visitas

jueves, 23 de abril de 2015

DÍA DEL LIBRO Y TAL

Hoy es el día del libro, así que quiero aprovechar la fecha para felicitar a todos los libros, esos que esperan en nuestras estanterías a ser leídos y los que ya forman parte de nuestro acervo de lecturas. Felicidades, de verdad. En Cataluña regalarán rosas y libros, lo cual es precioso, y en todas partes habrá alguna exposición, recital o algo, lo que sea... y el treinta y siete por ciento de la población española seguirá sin leer.
Hoy es el día en el que he leído la siguiente noticia en El País: "Lorca fue asesinado tras 'haber confesado' según la policía". ¿Confesado qué?, pues su crimen, según un informe posterior, de 1963, que no especifica mucho. Se le acusaba de masón y socialista, vaya por Dios, y de prácticas homosexuales y aberrantes; si es que había que matarlo. Así que una banda de ignorantes, de asesinos infames, secuestran a uno de los más grandes escritores que ha dado no ya nuestro pais (que querían convertir en el suyo) sino la literatura en general y lo "juzgan" sumariamente por acostarse con quien le apetece y por pensar como una buena parte de la población española. El resultado es que lo matan y lo entierran en una fosa para que no lo vuelva a encontrar nadie. Y esa gente creía estar salvándonos de algo. ¿De qué, de Poeta en Nueva York? Dudo que entendiesen siquiera el Romancero gitano, que tampoco es tan difícil.
Perdón por haberme levantado un poco Pérez Reverte, y que me perdone él por este comentario, pero es que encendí el ordenador con el ánimo firme de escribir una entrada sobre este día señalado y me encontré con este artículo que es testimonio de la infamia. Siempre que hay dictaduras mueren escritores, también otros artistas, o profesores, o gente sin estudios que piensa de otra forma. El caso es que hoy, que se conmemoran las muertes de Cervantes y Shakespeare, aunque ninguno de los dos muriese este día, me da por pensar que cada vez que se mata a un escritor se cercena una parte de nuestra humanidad, del hecho cultural que nos diferencia de los animales.
Pero bueno, hoy, de todos modos, sigue siendo día del libro, así que, a pesar de Lorca y Miguel Hernández, a pesar de Pedro Muñoz Seca, de Reinaldo Arenas (también en Cuba les pareció mal lo de ser homosexual), de Solzhenitsyn siendo expulsado de la Unión Soviética... a pesar de todas las víctimas literarias de la intolerancia y el pensamiento cerril, felicidades a todos los libros porque ellos siguen siendo testigo latente de tanta vida, de tantos sueños.
Así que, en conclusión, hoy voy a dedicar el tiempo libre que tenga a leer la Crónica del rey pasmado, de Torrente, porque sí, porque creo que lo mejor es celebrarlo leyendo buenos libros. Y confiaré en que, al menos en esta pequeña parcela primermundista (por ahora) en la que vivo, nadie me va a matar por escribir. También porque me lee tan poca gente que ya sería mala suerte. Felicidades también a todos los lectores, porque ellos heredarán el reino de las letras... y de paso pensamiento crítico, que no está nada mal.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario