En los entresijos del cuaderno uno va
derramando la vida. Nunca escribí un diario porque sentía que lo que necesitaba
contar se iba filtrando en mi literatura de forma más o menos descarada. La
creación artística está tan impregnada del individuo que es imposible que no se
traspapele de alguna forma. Se trabaja
transformando el curso del pensamiento, tan etéreo, en algo concreto, y en el
esfuerzo se quedan pegados jirones de piel.
Después
de todo, el que escribe intenta conformar un mundo u ordenar el suyo propio; y
es que uno no puede desprenderse de su trayectoria vital a la hora de tratar
con materiales literarios. Nos escondemos detrás de la ficción en busca del
camuflaje perfecto, pero el lenguaje está tan dentro de nosotros que nunca nos
abstraemos del todo. Como Homo loquens somos
palabras, y por esto la literatura está tan intrínsecamente ligada a nosotros.
Aunque cambiemos de estilo, seguimos escribiendo como somos; creo que era
García Márquez el que decía que lo que llamaban realismo mágico para él era
simplemente realismo, lo que era otra forma de explicar que lo que contaba era
su propia percepción de la exuberancia de su tierra. También pienso que todos
estos mundos de Cunqueiro pertenecen a la Galicia que él conoció; me refiero
sobre todo a la trilogía formada por Os
outros feirantes, Xente de aquí e
acolá, y Escola de menciñeiros. Uno
va convirtiendo en palabras su pequeño trocito del mundo, manipulándolo como
sea necesario.
A
veces pienso que escribir es una forma de llenar cierto vacío, de compensar un
pequeño desequilibrio o incluso de entendernos con el mundo que nos rodea.
Camilo José Cela decía que escribía para vaciar la cabeza. Para todos los
teóricos, hay una distinción entre el yo poético y el propio escritor, lo que
convierte a la literatura en un juego de máscaras en el que el literato intenta
no quedarse indefenso frente al lector. Sin embargo, siempre se acaba desnudo
en alguna página, por estas inclemencias de la creación, que juega con nosotros
como nosotros intentamos jugar con ella.
No hay comentarios:
Publicar un comentario