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domingo, 14 de diciembre de 2014

UNA MORDAZA PARA AHOGAR LOS GRITOS

En 1989 el Ayatolá Homeini emitió una fatwa incitando a la ejecución de Salman Rushdie a raíz de afirmar en su libro Versos satánicos que ya no creía en el islam. Vivió protegido por la policía escondido y con miedo durante años. Entre 1564 y 1966 la iglesia católica mantuvo el Index librorum prohibitorum, catalogando los libros que consideraban perniciosos. El Lazarillo de Tormes fue censurado inmediatamente en cuanto se publicó. El Marqués de Sade dio con sus huesos en la carcel por la inmoralidad de sus obras. Miguel Hernández dio con sus huesos en la cárcel y allí murió, sabiendo que su familia pasaba hambre y que el país que tanto amaba verso a verso se había convertido en un páramo de represión y muerte, de sacristía y siniestra arbitrariedad. Lorca fue fusilado por poeta rojo y homosexual. En Etiopía Hamlet está prohibido por motivos que no se conocen, Ulises fue prohibido por obsceno, Boris Vian tuvo que pagar cien mil francos de su época por "ultraje a las buenas costumbres" por la serie de novelas escritas a partir de Escupiré sobre vuestras tumbas...
Las palabras nunca han estado bien vistas por el poder, y mucho menos las que lo critican. El pensamiento crítico, la protesta... todo son elementos incómodos a los que hay que poner coto por el bien de un pueblo que debe estar tutelado porque es un niño pequeño, alguien al que hay que educar para asegurarse de que piense adecuadamente. Hablar, levantar la voz, quejarse, incitar a un modo diferente de ver el mundo, describir el sexo como es, como existe, con la humedad e intimidad que lo caracteriza, todo eso es horrible, por Dios, no vaya a ser que nos escandalicemos, que nos sangren los ojos. Eso sí, en horario infantil muere un montón de gente en todas las televisiones del mundo, porque la muerte es buena mientras no se vean tetas.
Cuando se publicó Trópico de cáncer incluía una anotación en la que se especificaba la prohibición de importarla en Estados Unidos y el Reino Unido por su contenido sexual y erótico. En Líbanos El código Da Vinci fue prohibido ante las protestas de la comunidad cristiana local. En septiembre de este año el gobierno chino detuvo al escritor Tie Lu por "provocar problemas" con sus críticas a la corrupción de algunos cargos públicos de su país...
El caso es parar toda disidencia. Por este mismo motivo el gobierno español acaba de aprobar la llamada "ley mordaza", limitando las libertades civiles de manifestación y expresión, retrocediendo años en democracia, coartando al pueblo, que no podrá quejarse de la misma porque se aprovechan de que somos pobres para imponer multas brutales. No la voy a explicar aquí, ni voy a extenderme en mi indignación porque, después de todo, este es un blog sobre literatura.

 

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