Hay muchas formas de sobrevivir a las cosas, una de ellas es escribirlas... De ahí este poema.
EN
AQUEL JULIO
En
aquel julio
en
el que la televisión era un desierto
y
ya no quedaba fútbol
se
murió mi padre.
Asomaba
entonces ese verano
que
le prometí para nada.
Queda
un adeudo de amaneceres,
tiempo
quebrado
como
un hueso frágil;
todo
lo que hablamos
y
lo que no
porque
se quedó sin aire.
Y
ahora
…
estos
días de un estío absurdo
que
se me atragantan,
uno
a uno
junto
con el llanto y un poema imposible.
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