18
DE JULIO
Todavía hay
quien defiende
a los asesinos,
salvapatrias,
salvadores de
los suyo
que temen a los
muertos
enterrados en
olvido;
les llenaron de
tierra
la garganta para
gritar
y los ojos que
veían la injusticia.
Los defensores
de los asesinos
señalarán siempre
a Otro
para equipararlo
y diluir la
culpa
que debería
atenazarlos
arañar el nervio
de su conciencia.
Así,
Las víctimas han
de escuchar de sus verdugos
la blasfemia
de la muerte
compartida.
Pero ellos ya
desenterraron a sus nombres,
los lucieron en
iglesias
y camposantos,
les alzaron
cruces
y los trataron
como cruzados,
condenando
tantos y tantos otros al silencio,
un silencio que
chirría, que daña los oídos,
que se pega a
las paredes del cerebro,
que es el vacío
de los vencidos.
Y no habrá
justicia
con la memoria
soterrada,
no la habrá,
nunca,
con la mirada
sanguinolenta
de los que
niegan la verdad.
Como siempre una delicia leer cada palabra. Lo he leído dos veces y sigo necesitando más.
ResponderEliminarComo siempre una delicia leer cada palabra. Lo he leído dos veces y sigo necesitando más.
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