Ayer, una de mis mejores amigas, Ro, dio a luz a su segundo hijo, Teo. Este poema se lo escribí y regalé hace muchos años. Ya ha pasado algo de tiempo y los poemas cuando uno es joven no siempre envejecen como uno quisiera. Sin embargo todo lo que aquí le decía lo sigo pensando. La vida está llena de etapas, de momentos, y este momento que da lugar a una vida nueva es de los que hacen que valga la pena tener amigas. Un beso muy grande a la afortunada, al nuevo miembro de la pandilla y a toda la familia.
MUJER DE ENSUEÑO
Si no fueras tú
serías
mi mujer de ensueño.
No
porque no seas increíble,
que
lo eres,
o
que destiles, a veces,
pura
magia,
sino
porque eres tú.
No
porque no seas bonita,
que
lo eres,
con
tus caderas perfectas
y
ese aire
de
actriz de cine clásico,
sino
porque eres tú,
y
si fueses mi mujer de ensueño
todos
los abrazos,
todas
las lealtades
no
tendrían sentido;
y
hoy (sólo hoy,
no
sé nada del mañana)
sé
que prefiero
las
lealtades y los abrazos,
con
todos los momentos cómplices
que
hemos logrado engendrar
con
esa semilla,
a
cualquier rincón oscuro
y
a la vez luminoso de tu cuerpo,
porque
eres tú.
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